Con la aparición de la Covid-19 fueron muchas las empresas que decidieron apostar por un nuevo modelo laboral: el teletrabajo. De esta forma, consiguieron seguir desarrollando su actividad productiva en los momentos más duros de la pandemia.
Sin duda, el teletrabajo es una alternativa a la jornada presencial que puede reportar grandes beneficios, pero es necesario saber cómo implementarlo de manera correcta. En caso contrario, puede comportar la aparición de los denominados “riesgos psicosociales”, provocando graves consecuencias, tanto en la salud de los teletrabajadores, como en la competitividad de la propia empresa.
Los riesgos psicosociales están relacionados directamente con aquellas condiciones laborales que pueden incidir en la salud mental, emocional, y física, de las personas trabajadoras.
A pesar de que su prevención es fundamental para garantizar un entorno laboral seguro y saludable, muchas organizaciones desconocen su existencia, causando así un impacto muy negativo sobre sus empleados y su propia rentabilidad.
Los efectos derivados de la falta de atención de los riesgos psicosociales son múltiples y muy diversos, pero tienen algo en común: ponen en grave peligro la salud de las personas trabajadoras y la estabilidad de la organización.
En este sentido, unas condiciones psicosociales desfavorables propician, entre otros:
Los factores psicosociales son aquellas condiciones laborales que promueven la aparición de los riesgos psicosociales y, consecuentemente, sus nefastos efectos.
Dependiendo del tipo de actividad laboral a desarrollar, encontraremos distintos factores psicosociales, pero en términos generales, se distinguen los siguientes:
A pesar de lo que muchas empresas creen, apostar por el teletrabajo en sus organizaciones no consiste en poner a disposición del empleado un ordenador con Internet.
Para desarrollar correctamente esta alternativa a la jornada laboral presencial es necesario ofrecer al teletrabajador todos aquellos medios que sean necesarios para que pueda llevar a cabo su actividad laboral de forma segura, saludable y eficaz.
En caso contrario, el teletrabajo puede comportar la aparición de determinados riesgos psicosociales como, por ejemplo:
Si todos estos riesgos no son tratados a tiempo, pueden afectar gravemente al bienestar de los teletrabajadores. En este sentido, se estima que las personas que llevan a cabo teletrabajo tienen mayores tasas de ansiedad, estrés y fatiga, que los que desarrollan su trabajo de forma presencial.
El primer paso para llevar a cabo un teletrabajo seguro y saludable, que a la vez sea productivo y competitivo, pasa por implementar medidas efectivas que logren prevenir y acabar con todos los riesgos psicosociales asociados al mismo.
En nuestro próximo webinar gratuito, “Las luces y sombras del teletrabajo” expertos profesionales en la materia, te mostrarán las claves para desarrollar un teletrabajo rentable y eficaz que promueva, a su vez, un entorno seguro y saludable, libre de riesgos psicosociales.
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