Nos encontramos ante un verano atípico. La pandemia mundial por COVID-19 nos ha obligado a reestructurar nuestras vacaciones y adaptarnos a las nuevas medidas de seguridad y protección. Ante el temor de contagios y nuevos rebrotes, el turismo, nacional e internacional, ha sido uno de los sectores más afectados.
Ello ha conllevado una drástica reducción de los desplazamientos con vehículos a motor o turismos. En este sentido, y según datos oficiales de la DGT, 15 días después de que se decretase el estado de alarma, los viajes de largo recorrido de turismos descendieron un 88,5%, lo que ha comportado a su vez una drástica reducción de accidentes de tráfico.
Se calcula que la siniestralidad en vías interurbanas y la movilidad de largo recorrido han experimentado entre el 14 de marzo y el 7 de mayo de 2020 -respecto al mismo periodo de 2019- un descenso de un 70% el número de fallecidos.
La situación, progresivamente, se ha ido estabilizando y, con la apertura de fronteras intracomunitarias y la llegada del verano, se ha observado un nuevo repunte de accidentes mortales. Desde el 21 de junio hasta el 8 de julio han fallecido en vías interurbanas 60 personas, 11 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento de un 22%.
Si bien es cierto que, con la aparición de rebrotes de forma generalizada por todo el territorio nacional, se está observando una tendencia a la baja en los desplazamientos con vehículos por carreteras, los datos son alarmantes. Y es que, debemos recordar que, a pesar de encontrarnos inmersos en una pandemia mundial sin precedentes, respetar los parámetros de la seguridad vial sigue siendo clave para preservar nuestra vida y nuestra salud en las carreteras.
Además, la Seguridad Vial se erige como una disciplina fundamental en el marco de la PRL, no sólo porque las empresas disponen de la obligación legal de proteger este aspecto – al amparo del artículo 14 de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales-, respondiendo en caso de accidentes in itineres e in misión, sino porque es una de las principales causas de mortalidad laboral.
A continuación, quiero mostraros algunos consejos para hacer que este verano sea más seguro, al menos, en nuestras carreteras.
En las épocas festivas, 6 de cada 10 familias, suelen recorrer unos 400 km. Somos muchos los que nos lanzamos a la carretera y, nunca está de más, extremar la seguridad. Comencemos:
Antes de emprender cualquier viaje, debes cerciorarte de que tu vehículo se encuentra en perfectas condiciones para partir. Por ello, es aconsejable someter a revisión el vehículo en cuestión, así como los neumáticos, pastillas de freno etc. Además, debes contar siempre con los chalecos y triángulos de seguridad y, es muy recomendable, llevar consigo un botiquín donde se encuentren artículos de primeros auxilios.
Utiliza los cinturones de seguridad y obliga a todos los ocupantes a que se lo pongan. En caso de accidente, no sólo podrían poner en peligro su propia vida, sino la del resto de ocupantes. Si viajas con menores, utiliza los sistemas de retención adecuados para ellos.
Cuando nos vamos de vacaciones fijamos nuestro destino: la playa, el pueblo… Tan clara debe ser la ruta, como la meta. Esto evitará que se produzcan distracciones a través del manejo del GPS, buscando esa carretera nacional para evitar la autopista.
El sueño es la consecuencia directa de tener el estómago lleno. Si vas a emprender un viaje, es mejor que comas algo ligero y evitar así esa ñoñería que nos entra después de comer. Cuando pares durante el viaje, intenta descansar, tomar un refresco revitalizante – que contenga algo de cafeína -, y comer algo que no sea muy pesado.
Se que es difícil cumplir esta máxima, pero cuanto más peso soporte tu vehículo, además de consumir un 20% más de lo habitual, el control sobre el mismo se compromete: es más sensible al balanceo, el tiempo de frenada se ralentiza y se reduce su potencia en los adelantamientos. Tampoco es aconsejable que abarrotes los asientos traseros de objetos, aunque no estén ocupados, ya que pueden restarte visibilidad y, en caso de accidente, convertirse en verdaderas armas mortales.
No alcances siempre la máxima velocidad establecida para la vía, sino que intenta ajustarte a las condiciones y circunstancias que te rodean, manteniendo siempre la distancia de seguridad que te permita frenar a tiempo.
Uno de los principales factores de riesgo en las carreteras deriva de la utilización de dispositivos móviles, ya que comportan distracciones al volante que pueden resultar fatales. Tanto es así, que las autoridades se están planteando endurecer las sanciones.
Párate a descansar siempre que lo necesites y, como mínimo, cada 200 km o cada 2 horas. Tras muchas horas de conducción, y aunque no te sientas cansado, tu cuerpo sí lo está. Esto implica que se den algunos fenómenos de riesgo como la reducción del tiempo de reacción, agarrotamiento en las extremidades o somnolencia.
La mayoría de nosotros utilizamos el vehículo para desplazarnos al trabajo, hacer la compra… y para irnos de vacaciones también. Generalmente, lo solemos hacer acompañados y esto que, a priori, puede ser considerado como una ventaja, puede darnos problemas a la larga. Es importante mantener la concentración en la carretera y no despistarnos con lo que está ocurriendo en el coche.
Una buena forma de hacerlo es dotándonos de tablets, cuentos o cualquier cosa que pueda entretener a los ocupantes sin requerir la atención del conductor. Por contra, una conducción monótona también conlleva riesgos, como el de quedarse dormido. Para contrarrestar este riesgo, debes realizar paradas muy seguidas y, sobretodo, cuando tu cuerpo lo necesite.
Las chanclas son ideales para la playa, pero no para conducir, ya que se pueden resbalar de los pedales, o incluso engancharse en ellos.
Ni una cerveza, ni media. Es habitual que cuando ingerimos alcohol no seamos conscientes de los verdaderos efectos que provoca en nuestro cuerpo. Que no nos demos cuenta no significa que no haya cierta repercusión en nuestras capacidades. Por tu propia seguridad, y la de los demás, SI BEBES NO CONDUZCAS.
El verano es la época de las fiestas, y en muchos pueblos eso se nota. No sólo debes estar atento a las señales y circunstancias de la vía, sino que deberás andar con mil ojos para esquivar coches aparcados donde no deben, o incluso transeúntes que no circulan por la zona habilitada para ello.
La tecnología es la gran aliada de nuestro siglo. Existen numerosas aplicaciones móviles que pueden ayudarnos a organizar y planear nuestro viaje, pero, recuerda, que siempre las debe consultar cuando el vehículo se encuentre inmovilizado en una zona habilitada para ello, y siempre, antes de emprender tu viaje.
Existen numerosas herramientas que, gracias al sistema de geolocalización, pueden ofrecernos datos, actualizados en tiempo real, sobre el estado del tráfico o las posibles incidencias. Esta es una buena forma de prevenir atascos y evitar el estrés y cansancio que puede derivar de los mismos.
Paralelamente nos encontramos con aplicaciones asistenciales, que nos ayudan a mejorar nuestra conducción gracias a la recogida de datos como – DriveSmart -, donde nos indican los pasos a seguir, o que nos indican donde se encuentra la gasolinera más próxima – Gasolineras de España -.
Así mismo, existen otras aplicaciones que nos ayudan a definir el mejor itinerario, indicándonos las mejores rutas alternativas cuando nos encontramos con accidentes en vía – Wase –
«La seguridad no se va de vacaciones»
La seguridad es una cuestión primordial y nunca debe ser subestimada, ya que de ella depende nuestra salud. Protege siempre a los tuyos, te encuentres en tu empresa, en la carretera o de vacaciones.
Y ahora, como siempre:
Si te ha gustado el post comparte el artículo para que más personas se impliquen en el cambio de la cultura preventiva y consigamos, entre todos, empresas más seguras, más saludables y más competitivas.
Si quieres que en el próximo post escriba sobre algo que te inquiete o te interese especialmente, escríbeme a: info@acciopreventiva.com.
Copyright © 2012 -2024 Acció Preventiva. Todos los derechos reservados.
