La que debería ser en una de las épocas más esperadas del año, llena de ocio y diversión, puede convertirse en todo un infierno para aquellos que no pueden disfrutar de unas vacaciones demasiado alargadas en el tiempo. Sí, el verano se ha instalado en nuestras vidas, una vez más, en este movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, que provoca que nuestro hemisferio se vea afectado por altas temperaturas, porcentajes de humedad más elevados, olas de calor y serias dificultades para soportarlo por aquellos grupos de personas más sensibles.
Sobreponerse a todo ello en los entornos laborales puede parecer tarea fácil. Ponemos el aire acondicionado y ya está. ¿No? Entonces es cuando nos vemos envueltos en la ambigüedad, relacionada también con la famosa Ley de Murphy. En espacios abiertos aparecen todos los elementos para derretirse y evaporarse hacia la atmósfera. Contrariamente, en espacios cerrados es muy necesario el uso de algunas indumentarias más propias de otra época, como blusas o jerséis para combatir las bajas temperaturas que pueden llegar a convertir la oficina en un iglú.
Esta paradoja del calor estival, nos preocupa seriamente en cuanto a la prevención de riesgos laborales. Puesto que nuestra temperatura corporal, al verse comprometida por estos cambios bruscos, puede llegar a perjudicarnos en nuestra salud y, por ende, en nuestro rendimiento laboral.
Los riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, originados al trabajar en condiciones calurosas, se deben a que puede producirse una acumulación excesiva de calor en el cuerpo, independientemente de que su causa sean las condiciones ambientales, el trabajo físico o el uso de equipos de protección. Naturalmente, el aire acondicionado puede evitar que esto suceda en los espacios cerrados. Sin embargo, una incorrecta exposición a los climatizadores puede conllevar resfriados o problemas respiratorios, y en casos extremos de cambios bruscos de temperatura las consecuencias pueden ser fatales.
Ante esta situación, desde Acció Preventiva como servicio de prevención de riesgos laborales queremos facilitar, a los responsables de Recursos Humanos o de Prevención de Riesgos Laborales, una serie de medidas preventivas para que los empleados puedan trabajar de una manera más cómoda y eficaz durante las olas de calor este verano.
Ocho ideas preventivas para combatir el calor en tu empresa
1- Informar y ofrecer formación a los empleados sobre los riesgos del calor, efectos y medidas preventivas.
2- Cuidar de que todos los trabajadores estén aclimatados al calor de acuerdo con el esfuerzo físico que vayan a realizar. Permitirles adaptar los ritmos de trabajo a su tolerancia al calor.
3- Disponer de sitios de descanso frescos, cubiertos o a la sombra, y permitir a los trabajadores descansar cuando lo necesiten y especialmente en cuanto se sientan mal.
4- Proporcionar agua fresca y aleccionar a los trabajadores para que la beban con frecuencia.
5- Modificar procesos de trabajo para eliminar o reducir la emisión de calor y humedad y el esfuerzo físico excesivo. Proporcionar ayuda mecánica para disminuir este último.
6- Reducir la temperatura en interiores favoreciendo la ventilación natural, usando ventiladores, aire acondicionado, etc.
7- Organizar el trabajo para reducir el tiempo o la intensidad de exposición al calor: pausas, rotaciones, etc.
8- Garantizar una vigilancia de la salud específica a los trabajadores, ya que si tiene problemas cardiovasculares, respiratorios, renales, diabetes, etc. son más sensibles a los efectos del estrés térmico.