“Los accidentes de tráfico laborales han aumentado un 25%”
Tras el parón ocasionado por el punto álgido de la pandemia, y con la reactivación de la actividad económica, junto con el descenso del teletrabajo, ha vuelto a observarse un aumento en los accidentes laborales de tráfico.
Tanto los accidentes in itineres -aquellos que se producen durante el trayecto de ida y/o vuelta al centro de trabajo-, como in mision -aquellos que tienen lugar como consecuencia de la realización de la propia actividad laboral- han sufrido un grave repunte.
Y es que, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, hasta septiembre del presente año se han registrado 43.627 accidentes laborales de tráfico con baja. Esto supone un incremento del 25% respecto al mismo periodo de 2020.
Profundizando en las cifras, 13.694 de estos accidentes de tráfico ocurrieron durante el desarrollo de la propia actividad laboral. Los restantes 29.933, tuvieron lugar en los desplazamientos de los trabajadores hacia el centro de trabajo. Desgraciadamente, 155 personas trabajadoras perdieron la vida a consecuencia de dichos accidentes, 11 más que en 2020. De esta forma, los accidentes de tráfico han pasado a constituirse como la segunda causa de siniestralidad laboral en el 2021, situándose sólo por detrás de infartos y derrames cerebrales.
En toda esta situación, las empresas tienen mucho que ver, y es que pueden ser el motor del cambio para prevenir y evitar muchos de estos accidentes.
Me gustaría recordar que TODAS las organizaciones están obligadas POR LEY a llevar a cabo medidas que logren garantizar la seguridad vial de sus trabajadores. Y con independencia de si su actividad laboral está directamente vinculada con la conducción.
En caso contrario, pueden enfrentarse a la imposición de sanciones administrativas. También, pueden responder de cuantiosas indemnizaciones por daños y perjuicios, sin obviar la responsabilidad civil y penal que puede recaer sobre las mismas.
Por todo ello, y por el deber con la seguridad y la salud de todas las personas trabajadoras, las empresas deben prestar mucha atención a la seguridad vial, incidiendo directamente en los factores de riesgo e implementando medidas dirigidas a su efectividad.
Factores relacionados con los accidentes de tráfico
El riesgo de sufrir un accidente de tráfico laboral se puede ver incrementado, o reducido, en función de la confluencia de 4 factores: la conducta humana, el vehículo, la vía y las condiciones del entorno, así como la gestión empresarial.
Examinaremos a continuación cada uno de ellos:
La conducta humana
En este aspecto, influyen numerosas variables como:
- La capacidad de conducción.
- La actitud ante la seguridad.
- La utilización de dispositivos móviles durante la conducción.
- Los hábitos de conducción adquiridos.
- Consumo de alcohol y estupefacientes.
- Fatiga física o psíquica.
Todas estas circunstancias, y muchas otras que pueden incidir en nuestra atención y capacidad de respuesta, influyen directamente en cómo conducimos, y en la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico.
El vehículo
El estado del vehículo está íntimamente relacionado con el riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Y es que el mal estado de los neumáticos o los frenos, una mala fijación de la carga al transportar, o la ausencia de estructuras absorbentes, puede marcar la diferencia.
La vía y las condiciones del entorno
Dentro de la “vía” como factor de riesgo se pueden incluir tanto los aspectos relativos al diseño y construcción -trazado, pavimentación, anchura, resistencia al deslizamiento, número de carriles, pendiente, peralte-, así como los que hacen referencia a su explotación,
mantenimiento y rehabilitación.
Por otra parte, las condiciones del entorno son una serie de elementos cambiantes que pueden modular la conducción de forma imprevisible, como la climatología u obstrucciones temporales.
Todo ello repercute directamente en la conducción y la capacidad de respuesta, tanto del vehículo como del conductor.
La gestión de la actividad empresarial
Como se apuntaba con anterioridad, el papel de la empresa en la prevención de los riesgos para evitar los accidentes de tráfico laborales es fundamental.
Las medidas adoptadas por la organización, o la ausencia de las mismas, tienen consecuencias directas en la seguridad vial de las personas trabajadoras. Por ello, su implicación y compromiso con la seguridad vial es clave para garantizar trayectos seguros.
Medidas para aumentar la seguridad vial en tu empresa
Fomentar la Seguridad Vial es un aspecto clave para reducir los accidentes in itineres e in misión. Muchos de ellos se producen ante la aparición de factores de riesgos que no han sido controlados ni erradicados.
La seguridad vial se ocupa precisamente de identificar esos riesgos para poder establecer medidas con el fin de evitar los accidentes de tráfico o, al menos, minimizar sus efectos.
Y es que, a pesar de que existe la creencia de que la mayoría de accidentes de tráfico son casuales o fortuitos y, por tanto, totalmente inevitables, lo cierto es que son, en gran número, previsibles y evitables. También en el ámbito laboral.
Para ello, es necesario que desde la empresa se lleven a cabo una serie de medidas y actuaciones que logren incrementar la seguridad al volante, como por ejemplo:
- Llevar a cabo formaciones sobre seguridad vial dirigidas a toda la plantilla.
- Realizar revisiones periódicas y mantener en perfectas condiciones los vehículos que formen parte de la flota de la empresa.
- Facilitar posibilidades de mantenimiento, mejora o incluso cambio, respecto de los vehículos utilizados por los trabajadores.
- Informar sobre las vías más transitadas por las personas trabajadoras: su estado, puntos negros, así como otros aspectos relevantes.
- Informar sobre las rutas más seguras para los desplazamientos hasta el centro de trabajo.
- Ofrecer información semanal acerca de previsión meteorológica, visibilidad, iluminación, etc.
- Analizar los factores concurrentes en los accidentes en misión e intinere ocurridos para adoptar medidas en consecuencia.
- Analizar las condiciones reales de conducción de las personas trabajadoras.
- Examinar los niveles de productividad exigidos, así como las políticas de remuneración que pueden incidir en el incumplimiento de las normas de tráfico.
A esta lista, se debe sumar una herramienta que, progresivamente, se ha ido introduciendo en el marco de la promoción de la seguridad vial en las empresas hasta convertirse en un indispensable: los simuladores de conducción.
¿Qué son los simuladores de conducción y cuáles son sus beneficios?
Los simuladores de conducción son instrumentos capaces de reproducir digitalmente situaciones que pueden producirse de manera real en la carretera, mostrando a los usuarios las consecuencias que pueden tener sus actos o comportamientos al volante.
De esta forma, se pretende eliminar los vicios de conducción, mejorando al mismo tiempo la capacidad de respuesta ante determinados eventos.
Sin duda, esta herramienta puede ser muy útil para la población general pero, sobre todo, para conductores profesionales que pasan la mayor parte de su jornada en la carretera.
Para que el simulador de conducción sea eficaz, es importante contar con uno que pueda reflejar con precisión lo que puede suceder en la realidad, y que ofrezca al usuario esa sensación. Por ello, no todo simulador cumplirá con sus objetivos.
Los simuladores de última generación son los más adecuados para mejorar la seguridad al volante de los trabajadores. Muchos de ellos disponen de realidad virtual y aumentada, ofreciendo una experiencia mucho más realista al usuario.
Gracias a ellos, se consigue:
- Incrementar la seguridad vial.
- Eliminar vicios de conducción.
- Mejorar la capacidad de reacción ante determinadas situaciones.
- Mejorar la percepción de riesgo en la carretera.
- Evitar la producción de accidentes de tráfico.
- Reducir el número de víctimas o perjudicados.
- Reducir el número de bajas laborales y costes asociados.
Sin duda, los simuladores de conducción son el futuro de la seguridad vial en las empresas.