Estamos viviendo una situación histórica que no dispone de precedentes en nuestra historia reciente. El confinamiento al que nos hemos visto abocados a consecuencia de la rápida expansión del COVID-19, y la pandemia global en la que nos hemos visto inmersos, ha modificado nuestras vidas, a todos los niveles.
Hemos visto modificados nuestros hábitos sociales, laborales, emocionales y afectivos en 360 grados. Visitar a nuestros familiares, ir hacer un café con nuestros amigos o coger el metro para ir al trabajo en hora punta, parecen hoy grandes imposibles. Esta situación, unida al desconcierto y la incertidumbre económica y laboral, comporta que florezcan nuevas sensaciones y emociones que, estando recluidos y muchas veces, solos, nos pueden resultar muy difíciles de gestionar. Pues bien, en este punto es donde cobra realmente importancia la denominada “gestión emocional”.
Las emociones, como el miedo, la ira, la tristeza, la culpa o la alegría, conviven diariamente con nosotros, pero una mala gestión de las mismas, puede comportar la aparición de trastornos mentales y emocionales, como el estrés o la ansiedad. A través de la gestión emocional, podemos conocer mejor nuestras emociones, saber cómo actuar frente a ellas, procesándolas de manera correcta y saludable.
¿Qué es la gestión emocional?
La gestión emocional es la habilidad de las personas para percibir, usar, comprender y manejar las emociones. Esta habilidad se puede utilizar sobre uno mismo o sobre los demás. No es otra cosa que aprender a entender nuestras emociones, y actuar en consecuencia.
No se trata de “controlar” esas emociones, sino de saber identificar nuestros procesos emocionales, el origen de las mismas y lo que provocan en nosotros. Establecer un control estricto sobre ellas, puede comportar un proceso de negación, lo que no nos ayudará de ningún modo a entender realmente cómo nos sentimos, y qué debemos hacer al respecto.
A partir de este autoconocimiento, podemos adoptar diferentes acciones dirigidas a saber cómo gestionar cada situación a la que nos aboquen dichas emociones. Sólo, identificando con claridad y precisión nuestras emociones y sus causas, podremos superar las situaciones complejas en las que nos podemos ver abocados.
Los pasos en los que se encuentra constituido todo proceso de gestión emocional se clasifican en los siguientes cuatro componentes:
- Percepción y expresión emocional → El primer paso es tomar conciencia de las emociones que se sienten.
- Facilitación emocional → Una vez identificada la emoción, debemos entrar y salir de dicha emoción para facilitar un estado de ánimo diferente.
- Comprensión emocional → Por otro lado, debemos comprender para qué está esa emoción. Toda emoción está ahí por algo, nos está alertando de algo.
- Regulación emocional → Finalmente, hay que separar el estímulo de la emoción. Dar espacio para que salga la emoción.
Como vemos, en definitiva, la gestión emocional se focaliza en observar las emociones, entenderlas y comprender su origen para ser capaces de canalizarlas y orientarlas del modo correcto.
Algunas recomendaciones sobre gestión emocional para superar el confinamiento
Indudablemente, no existe un patrón exacto que nos indique cómo gestionar nuestras emociones, ya que cada persona es distinta y dispone de necesidades diferentes. Sin embargo, me gustaría compartir algunos consejos que seguro que os resultarán de utilidad para superar, de la mejor manera posible, este confinamiento:
- Comparte cómo te sientes con las personas que te rodean y busca apoyos entre tus allegados. Esto te ayudará a reducir la carga emocional.
- Organiza tu día a día y márcate objetivos que puedas realizar.
- Conecta con tus familiares y amigos. Pasar por esta situación no es agradable para nadie pero, entre todos, seguro que podemos conseguir desconectar temporalmente de esta realidad.
- Reflexiona sobre lo que es realmente prioritario para ti.
- No pienses a largo plazo. Concéntrate en el presente y busca el lado positivo de esta situación.
Además de adoptar medidas para proteger nuestra salud frente al COVID-19, también es necesario que prestes atención a mantener una buena salud emocional.